San Francisco Ixhuatán, Oax.-Con una jubilosa calenda, poemas, presentación de libros, una charla en torno a la vida y obra de Andrés Henestrosa, así como la reinauguración de la biblioteca “Martina Henestrosa”, comenzó la tarde noche de este jueves el Segundo Encuentro de Escritores y Feria del libro “El otoño de la palabra”.
Arropados con la presencia de un numeroso público de todas las edades, que siguió con atención las actividades realizadas en la primera sesión, alrededor de veinte poetas y cuentistas llegados de la Ciudad de México, Puebla, Chiapas y diversas regiones de Oaxaca, compartieron textos y experiencias, en el centro de esta población zapoteca, ubicada a 95 kilómetros al oriente de Juchitán.
Poetas como Víctor Terán, Julio Eutiquio Sarabia, Araceli Mancilla, Víctor Toledo, José Alfredo Escobar, Jessica Santiago, y Luis Manuel Amador, entre otros, abrieron la jornada literaria, luego de que el Presidente municipal, Florencio de la Cruz, hiciera la inauguración, al lado del coordinador del Encuentro, el escritor ixhuateco Manuel Matus.
Hacia las ocho de la noche, una banda filarmónica dio la señal para arrancar una festiva caminata hacia la biblioteca que lleva el nombre de la madre del fallecido escritor Andrés Henestrosa, quien naciera aquí el 30 de noviembre de 1906.
Por eso, Manuel Matus había dicho que estas actividades se realizan en homenaje al autor de “Los hombres que dispersó la danza”, una de las obras más importantes que se hayan escrito en México y que ahora cumple noventa años de haberse editado por primera vez.
Luego del corte del listón simbólico de este espacio que fuera inaugurado por el propio Henestrosa hace 35 años, y que resultara dañado por el terremoto que azotó a la región del Istmo, en el 2017, los escritores Araceli Mancilla y Jorge Magariño, en un conversatorio ofrecieron datos acerca del homenajeado.
Araceli Mancilla destacó la trayectoria literaria de quien escribiera una joya denominada “El retrato de mi madre”, habló del cobijo que dio a éste Antonieta Rivas Mercado, su amistad con el pintor Antonio Rodríguez Lozano, y señaló la necesidad de que las nuevas generaciones de Ixhuatán conozcan la obra henestrosiana.
De su lado, Jorge Magariño ponderó la memoria privilegiada y el gran conversador que habitaban en el hombre que reiteradamente decía, “espero algún día poder escribir una paginita que me sobreviva”.
Acerca del mito propagado de que Henestrosa no sabía hablar español al llegar a la ciudad de México, afirmó que, tanto en “El retrato…” como en el discurso de ingreso a la Academia Mexicana de la Lengua, en 1964, hay datos que refieren lo contrario.
Música, plática sin fin y garnachas multiplicadas como milagrosos peces, fueron el cierre de este primer día de actividades, que continuarán el 29 y 30, fecha de aniversario del natalicio de don Andrés Henestrosa.
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