"[...] ¡De esto sé! ¡De estas cosas se llenó mi infancia!
Recuerdo que con la llegada del 16 de diciembre también llegaba la feria o los juegos mecánicos, como le decían los abuelos (Atracciones México), quién no recuerda a los futbolitos, los títeres, los caballitos, la rueda de la fortuna, el laberinto de cristales, el tiro al blanco, el remolino chino, las canicas, los carritos chocones, la lotería, la casa de las serpientes, la casa del espanto y, lo que me dejó hondamente impresionado fue ver a los faquires que se acostaban sobre una cama de clavos y la exhibición de una quimera. Esta era una cabeza humana con cuerpo de serpiente: “Pase usted a ver lo nunca visto en todo el mundo, vea a la mujer con cuerpo de serpiente” Pregonaba el anunciador. Ella era mostrada a través de una urna de cristal, la cabeza humana y el cuerpo de serpiente se mostraban con vida. Cuando era interrogada por el presentador de que por qué era así, ella contestaba que había nacido normal como toda la gente, pero que se había convertido en lo que era por desobedecer a su mamá.