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Existe la posibilidad de una tercera ola de contagios de covid-19 por Semana Santa

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CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El director general de Promoción de la Salud, Ricardo Cortés Alcalá, reconoció que existe la posibilidad de que haya una tercera ola de contagios de covid-19 después de Semana Santa, que este año será del 28 de marzo al 3 de abril.

“Definitivamente que sí. Afortunadamente esta segunda ola se ve en franco descenso, inclusive mucho más franco que el descenso que hubo en la primera ola del año pasado, pero existe este riesgo”, destacó en la conferencia de prensa vespertina sobre coronavirus.

De acuerdo con el funcionario federal, es evidente que el riesgo se incrementa conforme el propio riesgo disminuye: a menor riesgo, mayor probabilidad de salir y ejecutar acciones y hacer actividades sociales y económicas e inclusive de esparcimiento.

Explicó que las curvas epidémicas tienen siempre el riesgo o de mantenerse o de subir o de bajar. “Ahorita que estamos en una situación afortunada de disminuir el riesgo epidémico a nivel nacional, eso se observa en la ocupación hospitalaria, en la curva epidémica, en los diez indicadores que componen el semáforo de riesgo epidémico, pero evidentemente hay un riesgo en las actividades sociales y económicas de acuerdo con las actividades socioeconómicas y de acuerdo con el nivel de riesgo que tenga cada entidad.

“Definitivamente ante un momento de esparcimiento, de vacaciones en estos días donde habrá suspensión de actividades escolares, existe el riesgo siempre de que las personas tomemos la decisión de ir a vacacionar a un lado”, consideró.

Y preguntó: ¿Qué recomendación podemos hacer? “Es la corresponsabilidad social en el cuidado de la salud. Usar los medios no farmacológicos para cuidarse de esta enfermedad, como el lavado de manos constante, la etiqueta respiratoria, el uso correcto del cubrebocas, la vigilancia de nuestros síntomas y la revisión por parte de algún profesional de la salud en caso de que se requiera”.

Destacó que el semáforo verde no significa que hay menor riesgo de contagiarse con el virus, porque “si hay más contagio físico de personas se incrementa el riesgo en ese grupo y se inicia una cadena de contagios.”

Otra recomendación, dijo, sería que si alguien presenta un cuadro de la enfermedad, tome la decisión personal de aislarse del resto para evitar más contagios. “Si dejo de estar en contacto con otras personas y les aviso para hacer el rastreo, para que también se aíslen pensando en que pudieran haber sido contagiadas, así es como rompemos las cadenas de contagio.”

Sobre los comentarios de que en otros lugares no se suspendieron las clases presenciales por tanto tiempo, el funcionario consideró que esto se debe a la dinámica social del país, donde las familias tienden a ser complejas, no por ser complicadas, sino porque se vive con los padres, es decir, los abuelos fungen como cuidadores de los pequeños de la casa y por eso no se permite regresar a clases presenciales con tranquilidad.

“Tener ciertas precauciones es la nueva normalidad. El filtro familiar que se trabajó con la Secretaría de Educación Pública es hablar de corresponsabilidad social. Debemos buscar este equilibrio entre la salud pública, la salud económica y el bienestar de niñas, niños y adolescentes que tienen el derecho a las clases presenciales para una buena educación.”

Al preguntarle por qué a los vacunados no les dan un papel o recibo y tampoco les indican qué vacuna recibieron, el funcionario comentó que eso debería realizase.

“Es una buena práctica mostrarle a la persona qué producto se le está aplicando y debería la persona vacunadora decirle a quien está recibiendo, qué dosis está recibiendo, de qué laboratorio. Es una buena práctica en esta materia. Vamos a ver el comprobante de vacunación. Si la gente lleva su Cartilla Nacional de Vacunación puede ponerle la fecha, el lote de la vacuna para poderle dar seguimiento, y de cualquier manera estos datos se están cargando en el sistema de información.”

 

Senado de la república