La costumbre de intercambiar regalos y cartas de amor en el 14 de febrero nació en la gran Bretaña y Francia durante la edad media, entre la caída del Imperio Romano y mediados del siglo XV.
Se dice que los norteamericanos adoptaron la costumbre a principios del siglo XVIII, que aprovechando los avances de la imprenta y el bajo precio del servicio postal enviaron los primeros saludos a San Valentín; así mismo hacia el año de 1840 una mujer de nombre Esther A. Howland fue la que comenzó a vender las primeras tarjetas postales alusivas a esta fecha amorosa en los Estados Unidos.
La fecha de celebración del 14 de febrero fue establecida por el papa Gelasio, esto para poder honrar a San Valentín entre los años 496 y 498 después de Cristo, el cual reposan sus restos actualmente en la Basílica de su mismo nombre, situada en la ciudad italiana de Terni.
De San Valentín se sabe que era un sacerdote que hacia el siglo III ejerció en Roma, en donde gobernaba el emperador Claudio II quien prohibió la celebración de matrimonios para los jóvenes, porque en su opinión, los solteros sin familia eran mejores soldados.
El sacerdote considero que el decreto impuesto por el emperador era injusto y decidió desafiarlo, razón por el cual celebraba matrimonios de jóvenes enamorados en secreto.
Se dice que el Emperador Claudio II se enteró de las ceremonias que el sacerdote Valentín realizaba y principalmente del prestigio que gozaba en Roma, por lo que Claudio II lo llamó a Palacio, a lo cual Valentín correspondió yendo y aprovechando para hacer proselitismo del cristianismo.
Aunque en un principio el emperador Claudio II se mostró interesado, el ejército y el gobernador de Roma Calpurnio, le convencieron para quitárselo de la cabeza y fue entonces que el emperador ordeno que encarcelasen al sacerdote.
El oficial Asterius quien fue el encargado de encerrarlo, quiso también ridiculizarlo al querer ponerlo a prueba, retándolo a que le regresara la vista a una niña suya llamada Julia, que había nacido ciega.
El sacerdote Valentín acepto y en nombre del Señor le devolvió la vista a aquella pequeña hija del oficial Asterius quien asombrado de tal suceso milagroso se convirtió junto con su familia al Cristianismo, cosa que por supuesto no cambio la historia del sacerdote quien siguió preso.
Finalmente el Emperador ordeno que Valentín fuera martirizado y ejecutado el 14 de febrero del año 270. La joven Julia quien agradecida al santo por haberle regresado la vista, plantó un almendro de flores rosadas junto a su tumba, de ahí que se diga que el almendro sea el símbolo de amor y amistad.