En estado de ebriedad quemaban cuetes y una chispa prendió la unidad que cargaba todos los fuegos pirotécnicos
Tres personas provenientes de la ciudad de México y originarios de San Antonio Sinicahua, distrito de Tlaxiaco, que habían acudido a su pueblo a festejar al patrono como mayordomos de las fiestas, encontraron una terrible muerte, al explotar la camioneta en la que transportaban los tradicionales fuegos pirotécnicos.
De acuerdo a Protección Civil ayer aproximadamente a las 18:30 horas de la tarde se registró una explosión de Juegos Pirotécnicos que se encontraban almacenados en la Batea de una camioneta marca Mazda, con placas de circulación KX52102 del Estado de México.
En el lugar perdieron la vida: Miguel Ortiz Juárez, de 31 años de edad y Julián Soriano Cruz, de 40 años, originarios y vecinos de este lugar, quienes eran padrinos de juegos pirotécnicos, así mismo resultaron lesionadas otras dos personas las cuales se encuentra en calidad de NN.
De acuerdo con informes el incidente se registró debido a que estas personas se encontraban en estado de ebriedad, quemando los cuetes desde la batea del vehículo lo cual ocasionó brincaran chispas de lumbre y se registrara la explosión.
José Miguel Ortiz Juárez, de 35 años de edad y Julián Salinas , eran originario de San Antonio Sinicahua, radicados en Huixquilucan, Estado de México. Al lugar llegaron peritos para iniciar el levantamiento de los cuerpos e iniciar el legajo número 149/TX/2016 por las causas de la muerte de shock hipovolémico por quemaduras de tercer grado y hemorragia masiva externa por laceración de grandes vasos, a causa de la explosión de cohetones.
La Coordinación Estatal de Protección Civil emitió las siguientes recomendaciones, para evitar incidentes causados por el uso de cualquier artefacto pirotécnico:
1. Niñas y niños deberán ser únicamente espectadores y no pueden comprar, quemar o guardar en sus bolsillos cualquier artefacto explosivo, así como utilizar objetos como botellas de vidrio, cajas o piezas de metal.
2. Las personas adultas mayores deben supervisar y evitar que las niñas y niños se acerquen a los juegos pirotécnicos, cuando se encuentren almacenados, en el montaje, o durante la quema.
3. Para quienes almacenan juegos pirotécnicos en sus hogares, se recomienda que los mantengan en lugares fríos y secos.
4. Si infantes llegan a utilizar juegos pirotécnicos, esto debe ser bajo la supervisión y compañía de una persona adulta.
5. Se debe vigilar que las niñas y niños no se lleven a la boca los juegos pirotécnicos, ya que puede provocar intoxicación; asimismo, todas las personas deberán lavarse las manos con agua y jabón después de manipular estos artefactos.
6.- Se recomienda no manipular los juegos pirotécnicos que no enciendan al primer intento y mojarlos completamente durante 5 minutos, ya que puede activarse y explotar en cualquier momento.
7. Las personas cercanas a la quema de juegos pirotécnicos, por su seguridad deben estar atentos a la caída de residuos hacia los tanques de gas, terrenos abandonados y baldíos con pasto o vegetación abundante que pudiera incendiarse y ser la causa que se generen peligros encadenados.
8.- Los cohetones deben ser lanzados con la ayuda de cuando menos dos personas y colocados en bases con dispositivos que permitan su salida libre y en forma vertical.
9.- Los lugares donde se almacenan, fabrican o comercializan juegos pirotécnicos, deben contar con vigilancia las 24 horas del día.
10.- Las madres y padres de familia deben vigilar que las personas menores no manipulen los cuetes llamados rata blanca, silbadores y rasca pie, ya que al no controlar su dirección son peligrosos y al inhalar el humo puede causar una severa intoxicación.
11.- En caso de sufrir un accidente con pirotécnicos; lávese la parte afectada con agua fría y limpia sin aplicar algún tipo de pomada o producto convencional, envuelva con un paño limpio y acuda al centro médico más cercano.
12.- Durante la quema de juegos pirotécnicos se recomienda proteger los oídos ya que el estallido puede provocar lesiones. Los petardos alcanzan hasta 190 decibeles, más de lo que el oído humano puede soportar, lo que podría causar daños irreparables. En caso de herida por explosión trasladar al herido al centro médico más cercano