Desde hace 10 años, la investigadora del INAH, Elsa Malvido, explicó que las fiestas de Todos los Santos y de Fieles Difuntos son rituales que se inventaron en la Francia del siglo X.
A todos nos han dicho en algún momento que la tradición de honrar y recordar a nuestros muertos el 1 de noviembre es una costumbre mexicana con un origen prehispánico. Pero no es así: el Día de Muertos tiene profundas raíces católicas y está muy relacionado con la tradición cristiana europea.
De acuerdo con la investigadora Elsa Malvido, fallecida en 2011 y quien trabajó en la Dirección de Estudios Históricos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el altar de muertos, las calaveras azucaradas y los panes con forma de hueso son tradiciones que provienen de la Europa medieval, y son costumbres católicas y profundamente jesuitas.
"De ninguna manera, como se nos quiere hacer creer, representan resabios de la cultura indígena mexicana", http://www.inah.gob.mx/es/boletines/1485-origenes-profundamente-catolicos-y-no-prehispanicos-la-fiesta-de-dia-de-muertos-2 afirmó en un boletín difundido en 2007 por el INAH.
La verdad es que las fiestas de Todos los Santos y de Los Fieles Difuntos se crearon en Francia, en el siglo X, por el Abad de Cluny, quien rescató la celebración en honor a los macabeos el 2 de noviembre y dispuso el día anterior para celebrar a los santos y mártires anónimos.
En ese día, se disponía en el templo de un inmenso altar en el que se exhibían las reliquias de los santos: huesos, cráneos u otros restos, la tierra donde fueron enterrados o una parte de la ropa que portaban.
Estos eran considerados intermediarios del hombre ante Dios. Por ello, en México durante la fiesta de Todos los Santos, los católicos recorrían la mayor cantidad posible de altares, para ganar indulgencias.
Finalmente, antes de entrar a la Catedral Metropolitana, "los feligreses compraban un pan o un dulce de azúcar con forma de reliquia, mismos que el cura bendecía y que finalmente colocaban en casa en una mesa junto con el santo familiar y frutas variadas".
Ése es el origen del Altar de Muertos, mismo que se acostumbra en otros países. En Sicilia, Italia, incluso se tiene la creencia que los parientes visitan el hogar, una tradición religiosa que proviene de una antigua tradición romana.
"Seguir pensando que el Día de Muertos es una tradición de origen prehispánico significa que no entendimos nada, puesto que es profundamente romano", afirmó la doctora Malvido, y puntualizó que la leyenda del origen precolombino seguramente fue inventada por los intelectuales mexicanos de la década de 1930.