*Tradición zapoteca que no muere en comunidades del Istmo
Juchitán,Oax.- La etnia zapoteca le rinde culto a sus fieles difuntos. Se trata de una tradición ancestral, conocida como Xandu' o Biguie' donde los habitantes erigen un altar rústico que, para los zapotecas antiguos, representaba el punto de encuentro con los muertos.
En comunidades del Istmo de Tehuantepec, los zapotecas conviven con sus fieles difuntos durante los días 30 y 31 de octubre, a diferencia del resto del país, que celebra el Todos Santos el 1 y 2 de noviembre.
De acuerdo con Tomás Chiñas Santiago, de la Fundación Cultural "Tona Taati", el xandu' o biguie' se celebra en los últimos dos días de octubre, porque es lo más cercano al calendario zapoteca que iniciaba el 8 de febrero, culmina el 25 de octubre. Desde muy temprano, las familias comienzan a construir el altar dentro de sus viviendas.
Tomás Chiñas explicó que los pueblos mesoamericanos creían que donde habitaron, es decir, en sus viviendas, se hace el contacto con los espíritus cuando estos fallecen.
El altar es adornado con flores de cempasúchil, bebidas y alimentos típicos, como el tamal, además de diferentes tipos de frutas que en vida, fueran de la preferencia del difunto.
Los zapotecas mantienen la creencia que los espíritus de sus fieles difuntos vuelven a los hogares para convivir con sus familiares.
Para ellos, el altar es un centro sagrado, un lugar envuelto por la presencia divina de los espíritus que retornan.
Los parientes, amigos y vecinos, suelen sentarse frente al altar o en el patio de la casa, donde conviven, comparten el alimento y platican anécdotas del difunto.
Esta celebración data desde la existencia de los primeros zapotecas, y aún se mantiene en la actualidad y es una de las tradiciones más arraigadas de Oaxaca.