La figura de Teodoro “El Rojo” Altamirano Robles, líder estudiantil, activo integrante del PRI en Juchitán y figura que no pasó desapercibido tanto para sus amigos como sus enemigos. Líder natural, era jocoso, malhablado, pero siempre caía bien, incluso según Lugarda Charis Luna, sus antiguos alumnos que se volvieron líderes de la COCEI y adversarios suyo, habían tratado de convencerlo a pasarse a sus filas, en ese entonces con el aire belicoso que lo caracterizó les habría respondido según su esposa: “yo no pacto con delincuentes”. Pero al final de su vida llegaría a dejar al PRI para afiliarse al PARM y luego apoyar la alianza que apoyaría a Cuauhtémoc Cárdenas a la presidencia de la república en 1988. Durante ese proceso fue electo diputado plurinominal de la LIV Legislatura del Congreso de la Unión, curul que no había obtenido durante todo sus años de militancia priísta se había quejado con su amigo Darbien Santiago, aunque éste fue su suplente como diputado de la LII Legislatura Local de 1983 a 1986 por el PRI.