
Si bien nuestros ancestros habían logrado mantenerse independientes de los mexicas, que encabezaban la Triple Alianza; cuando llegaron los castellanos casi nadie pudo quedar fuera de su administración. Con la dominación española, los zapotecas perdimos nuestra religión, muchos de nuestros conocimientos ―astronómicos, arquitectónicos, médicos―; también desapareció nuestra añorada autonomía, y dejaron de utilizarse oficialmente nuestros dos sistemas calendáricos.