Juchitán, Oax.- Los padres de Ricardo López invocaron al Cristo Negro de Esquipulas en el momento mas aciago de sus vidas, su hijo había recibido una descarga eléctrica en el trabajo y se encontraba grave en un una ciudad muy lejana, entonces prometieron que se iban de encargar de las celebraciones en su honor en su templo a la orilla de la laguna superior.
Han pasado doce años de aquello, Ricardo López viajó desde Monterrey para cumplir con su responsabilidad de ser mayordomo, los momentos angustiantes quedaron atrás aunque de aquél accidente le fue amputado el antebrazo derecho.
Pero su familia dio gracias de que no le fuera amputado el otro brazo que estuvo a punto de perder y tal vez también la vida, si no fuera por la intervención del Cristo a quién pagan la manda como mayordomos.
Hoy en la mañana la procesión partió de la casa de los mayordomos que caminaron cargando velas y flores por los caminos polvorientos y bajo el sol, antecediéndoles carretas adornadas y un pequeño carro alegórico, al llegar a explanada de la capilla se realizó una regada de frutas.
Al medio día se realizó una misa en la capilla y se repartió la comida con mole a los asistentes. Mañana 15 se ofrecerá el tradicional caldo de pescado a los visitantes, para ello desde temprana ahora ya están instalados los puestos de dulces y panes.
Según el historiador Víctor de la Cruz las practicas religiosas realizadas en este sitio se viene realizando desde hace cientos de años, antes que los españoles cambiaran los ritos a los dioses locales zapotecos por las celebraciones católicas.
Según de la Cruz los zapotecas celebraban en este sitio la coincidencia del ciclo del planeta Venus alrededor del sol con el ciclo de la tierra, tal vez por eso los zapotecos de hoy herederos de los antiguos “binnigula’sa’” se quedan a pasar la noche en la orilla de la laguna teniendo como gran escenario el cielo y el resplandor de Beleguí.