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Obediencia, clave para que no entre el Covid a Tlacolulita; sólo 57 municipios de Oaxaca siguen sin casos

Istmo
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Tlacolulita.— En la entrada de la tienda comunitaria Diconsa de Asunción Tlacolulita, el letrero de advertencia es clara: “Uso de cubrebocas, obligatorio”.

La respuesta fue positiva desde el primer día en que la responsable, Luz de Carmen Sosa, la colocó para contribuir con las medidas preventivas dentro de esta comunidad zapoteca, que gracias a la obediencia de sus habitantes, sigue libre de Covid-19 tras año y medio de pandemia
Para entrar al pequeño local, los clientes, niños y adultos, portan su cubrebocas y esperan formados afuera de la tienda, ordenadamente ingresan uno por uno a surtirse de productos básicos a bajo precio. En el pueblo no cesó la distribución de comida ni bebidas, el transporte tampoco se paralizó, aunque salen por lo indispensable. Todo lo consiguen ahí.
Para Luz del Carmen el éxito para estar libre de Covid-19 es la obediencia de todo el pueblo, todos respetan las medidas, niños y adultos. Prefieren acatar las recomendaciones sanitarias que verse en emergencia como sus vecinos de San Miguel Ecatepec y Tequisistlán, porque ellos también tendrían la misma crisis al no tener centro de salud con capacidad para responder a un brote, además de que se localizan a dos horas y media de los hospitales de Tehuantepec y Salina Cruz.

“En la tienda no los dejo entrar si no traen cubrebocas. Aunque no tenemos, ni hemos tenido en el pueblo un solo caso, ¡gracias a Dios!, todos usamos el cubrebocas en la calle y dentro de los espacios públicos, creo que la obediencia de todos ha sido la clave. Además, en las noches ya sabemos que no debemos andar en la calle y no reunirnos muchas personas”, explica a EL UNIVERSAL la dependienta sin dejar de despachar a su cliente.
En el mapa de la distribución del Covid-19 en México, que todos los días actualiza el gobierno federal, el municipio de Asunción Tlacolulita sigue marcado en blanco, lo que significa que no tiene contagios ni fallecimientos. Es decir, no se han registrado casos desde que se lanzó la emergencia sanitaria en marzo de 2020.
Esto, a pesar de estar en medio de dos municipios con alerta: San Miguel Ecatepec y Magdalena Tequisistlán, este último instaló hace un mes un toque de queda y cerró sus accesos para disminuir la propagación del virus, que en 15 días contagió a más de mil habitantes y mató a 20 personas.
Asunción Tlacolulita pertenece al distrito de Yautepec y se localiza a 22 kilómetros de Tequisistlán y a nueve kilómetros de San Miguel Ecatepec. Es la única comunidad zapoteca en medio de la región chontal de la Sierra Sur. Cuenta con 804 habitantes, de los cuales 79. 6% vive en pobreza, dicen datos oficiales.
Por ser un municipio de rezago social medio, según el Informe anual sobre situación de pobreza y rezago social 2020 de la Secretaría de Bienestar federal, el gobierno lo incluyó en casi todos sus programas sociales y comunitarios como Caminos Pavimentados a Cabeceras Municipales, Sembrando Vida, Banco Bienestar, becas a los adultos mayores, la Escuela es Nuestra, Préstamos a la Palabra, entre otros.

Por tal motivo fueron de las primeras localidades indígenas que recibieron la vacuna universal de 18 años en adelante.
Aunque en la primera jornada de vacunación fue poca la respuesta de los adultos mayores, al no creer en la existencia del virus, al ver la crisis de Tequisistlán y Ecatepec, para la última campaña la respuesta de todo el pueblo fue mayor.
Ángel Martínez Vásquez, presidente municipal de Asunción Tlacolulita, también coincide con Luz del Carmen en el sentido de que el pueblo se sumó de manera consciente al llamado de seguir todas las medidas sanitarias.
Aun cuando están libres del virus, la autoridad municipal se dice preparada para cuando se dé el primer caso, por lo que ya adquirió cuatro tanques de oxígeno para emergencias y se surtió de medicamentos para atacar la enfermedad.
Entre las estrategias preventivas que llevan a cabo está proporcionar un vehículo comunitario para quienes viajan a surtirse de productos a la ciudad de Tehuantepec, sin hacer parada en Tequisistlán u otra población en semáforo rojo.

“Hemos logrado hacer conciencia a través de los anuncios en los altavoces sobre el uso del cubrebocas, del lavado de manos, instalamos en dos ocasiones filtros sanitarios en la entrada. Insistimos a los transportistas no hacer paradas en Tequisistlán, sino hasta Jalapa del Márquez. Les proporcionamos como autoridad un vehículo a grupos para ir de compras, pero de manera organizada. Creo que hasta ahora hemos sorteado bien la situación, porque estamos en medio de zonas de contagios”, explica el presidente municipal desde su despacho.

Tlacolulita, además, ha sido un pueblo solidario con sus vecinos de Tequisistlán durante la dura emergencia que atravesaron, pues enviaron a las familias enfermas 100 despensas compradas con recursos públicos y aportes de los habitantes.
Hoy la comunidad zapoteca se mantiene alerta ante la emergencia. Ver a sus vecinos morir los obliga a portar obedientemente el cubrebocas en las calles y en las tiendas.
Hasta ahora, Tlacolulita se mantiene como el único de los llamados Municipios de la esperanza entre los 48 que conforman la Jurisdicción Sanitaria Istmo y uno de los únicos 57 de los 570 del estado a los que no ha llegado la enfermedad.

 

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