La pandemia del coronavirus evidenció la desastrosa situación actual de la salud pública en México.
Es que el gobierno con su “austeridad republicana” de por medio, recortó el presupuesto destinado a salud. El pretexto es lo de menos, pero sensatamente no se justifica. ¡Ah! pero están comprando insumos más caros, trajeron a personal médico de Cuba bien pagados, que ni siquiera justificaron su “trabajo” como lo denunciaron sus pares mexicanos. Ante este sombrío panorama, varios gobernadores exigen la renuncia de López Gatell, por su claramente mal manejo de esta crisis. Ante la situación, habría que preguntar: ¿Qué se gana con pedir que este señor se retire o no de esa “responsabilidad”? Valdría la pena que se fuera, si, para empezar, el presidente fuera sensible y reconociera que su subordinado ha errado notoriamente como lo han sostenido expertos en la materia, mexicanos y extranjeros y por lo tanto debería removerlo. Y, lo más importante, que en su lugar pusiera a un verdadero profesional, no un “grillo como el llamado zar del Covid19, que actúa más como político que como científico, y que nunca se atreve a confrontar a. su jefe. En efecto, nombrar a un hombre o mujer capaz de darle valor y seriedad, no con que sea leal en un 90 por ciento y el resto en capacidad y ya, a su encomienda. Y eso, no sucederá, pues la terquedad y el no asumir con humildad los errores es la practica ya común de este gobierno. El cabal cumplimiento del servicio público, al parecer es irrelevante. Así vamos. A ver qué pasa.