20
Sat, Apr

El hilo delgado entre los derechos del magisterio y el de la niñez

Opinion
Typography

A una semana de haber iniciado el nuevo ciclo escolar 2016-2017 como lo marca el calendario oficial de la Secretaría de Educación Pública en el territorio nacional, en Oaxaca la Sección XXII de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, acuerda intensificar su lucha para derogar la Reforma Educativa.

La lucha magisterial es legítima. La gremial demanda una derogación de la Ley que afecta los intereses de sus aglutinados, justo papel que debe de realizar cualquier sindicato que se dice defender a sus agremiados, sin embargo ese derecho que le permite la exigencia de una derogación debe transitar en una breve separación entre sus derechos y los de la niñez.
El magisterio y la niñez tienen el legítimo derecho de demandar lo que les corresponde, cuidando de no violentar el derecho de las partes que pueda poner en riesgo la convivencia entre los actores.
Es muy lamentable que el Estado, quien debiera ser el garante de la convivencia armónica, haya perdido el valor moral y la credibilidad para solucionar este conflicto que se ha prolongado inmisericordemente, afectando a la comunidad oaxaqueña, y de manera directa a la niñez y juventud de uno de los estados más pobres de la República mexicana.
Los padres de familia y tutores, en los últimos tres días mostraron ya, un agotamiento en su paciencia de continuar apoyando el movimiento magisterial, que se está convirtiendo en tierra fértil para una posible confrontación entre mentores y paterfamilias.
Han iniciado ya las acusaciones entre ambas partes, conduciendolos hacia el callejón de la confrontación, como ha ocurrido en varias escuelas del estado, donde los padres de familia rompieron las cadenas y abrieron las cerraduras de las instituciones para exigir clases. El camino se vuelve peligroso porque puede romper la alianza que traían maestros y padres de familia, terminando en un desastre que a nadie beneficia.
Es necesario que la Sección XXII reflexione su lucha, redefiniendo sus estrategias, sin que se llegue a la confrontación y evitar que el tema de la Educación se convierta en tierra de nadie.
El recorrer de esta semana marcará sin duda alguna el rumbo que tomará este movimiento. Es muy importante observar cuál será la actuación del Estado, si le apuesta a la confrontación entre padres de familia y maestros u ofrece una alternativa, sin embargo como se ha visto, es difícil que el Estado asuma su responsabilidad y evite que suceda este desenlace ya anunciado entre maestros y padres.
Al final los niños y los jóvenes quedan en medio del fuego cruzado, echándose a la suerte el destino final.
Cuidado, mucho cuidado en convertir este movimiento en un río revuelto.

 

Senado de la república