18
Thu, Apr

Alicia en el país de las maravillas

Opinion
Typography

Ante el drama político que vive la Heroica ciudad de Juchitán de Zaragoza, Cortamortaja, rescata entre los archivos de la Revista Proceso, la nota periodística, publicada el 12 de agosto de 1989, por Elías Chávez, que provocó el coraje y encono de los coceístas contra la Revista en su momento, aclarando que en ese entonces no se le habían eliminado los tres ceros al peso mexicano, respetando toda la publicación.

La COCEI siguió los mismos pasos del PRI.

En Juchitán, la esperanza democratizadora degeneró en demagogia y corrupción

Elías Chávez

JUCHITÁN, OAX – Eran esperanza democrática, pero degeneraron en demagogia y corrupción.

Cayeron, los dirigentes de la Coalición Obrero Campesina Estudiantil del Istmo (COCEI), en los mismos vicios de los priístas. Y pusieron su parte para que Juchitán retroceda, políticamente, a la época de las cavernas.

Máscaras antináuseas se necesitaban para entrar al palacio municipal, aún antes de que el viernes 11 fuera tomado nuevamente. Su mugre y fetidez reflejan características que la COCEI y el PRI han impuesto a la política juchiteca: fanatismo, manipulación, componendas, insultos en vez de ideas, electorerismo ramplón.

Suciedad de perros y de humanos en pasillos y escaleras. Montones de basura en los rincones. Miasmas por todos lados. Corrupción en sus desvencijadas oficinas. Así es el palacio municipal de Juchitán, donde ha cohabitado y se han alternado en el ejercicio del poder, el PRI y la COCEI.

Decepcionado, el otrora impulsor y mecenas de la COCEI, Francisco Toledo, les retiró su apoyo Inclusive retiró, de la Casa de la Cultura de Juchitán, su colección pictórica: unos 300 cuadros entre obras suyas y de otros grandes de la pintura universal.

Hace seis años Toledo lloraba, encorajinado e impotente, ante la represión que sufrían los coceístas. El Ejército los había desalojado del palacio municipal, al cual llegaron mediante un rotundo triunfo electoral. Llevaban ya casi tres años gobernando. Con Leopoldo Degyves en la alcaldía, la semilla de la democracia germinaba. Habían resistido todo: secuestros, asesinatos, emboscadas, incendios y ametrallamiento de edificios públicos y domicilios particulares, además de asfixia económica. Tan habían gobernado bien, que el pueblo volvió a darles el triunfo en las elecciones de 1983, con Daniel López Nelio como candidato.

Para evitar que la COCEI siguiera en el poder, el entonces gobernador de Oaxaca, Pedro Vázquez Colmenares, hizo decretar la desaparición de poderes en Juchitán, maquinó un fraude electoral y la tropa ocupó por la fuerza el palacio municipal. Muchos Coceístas sufrieron exilio, persecución, muerte. Y la impotencia y la rabia se volvían lágrimas en los ojos de Toledo.

Impulsor de la cultura juchiteca desde 1964, Toledo también patrocinaba a la COCEI Les regalaba cuadros para que los subastaran, les entregaba dinero en efectivo, dio impulso y renombre a la Casa de la Cultura. Creó granjas avícolas para que los coceístas hicieran cooperativas, otorgó becas y sostuvo, durante años, la Casa de Estudiantes Juchitecos en la ciudad de México.

Quizá el rompimiento definitivo de Toledo con la COCEI se produjo hace poco más de un año: sin consultarlo, lo candidatearon para diputado federal. Tanto se molestó, que se fue al extranjero para no hablar con los coceístas. Ya antes había retirado su colección pictórica, con el argumento de que Juchitán, por sus conflictos políticos, no ofrecía seguridad para las obras.

Con poco más de 100,000 habitantes, ubicada en el entronque de la carretera Panamericana, Juchitán es una ciudad rica, el centro comercial más importante del Istmo. Aquí llega la producción agropecuaria de Chiapas y parte de Veracruz. Pero a diferencia de otras comunidades de Oaxaca, dignas y limpias a pesar de su pobreza extrema, Juchitán parece la ciudad de la indolencia.

Sin ninguna obra arquitectónica de valía, todas sus calles, destrozadas, están alfombradas de basura Prácticamente sin drenaje, las fosas sépticas evitan que el fecalismo al aire libre sea generalizado. Los índices de alcoholismo y de mortandad infantil, por insalubridad, son de los más altos del país. Este es el Juchitán que en quince años han acabado el PRI y la COCEI.

Hasta el viernes 11, el palacio municipal estuvo ocupado por un Consejo Municipal —el anterior ayuntamiento fue desconocido—, integrado por un presidente y seis regidores, tres del PRI y tres de la COCEI.

Los tres de la COCEI son: Alberto Reyna Figueroa, médico de profesión, regidor de salubridad; Oscar Cruz, regidor de Obras Públicas, y Mariano Santana, síndico municipal y regidor de gobernación.

Alberto Reyna, como regidor de Salubridad autorizó la apertura de 45 cantinas más de las muchas que ya había en Juchitán. Por cada derecho de apertura cobró entre 100,000 y 200,000 pesos, no obstante que desde un principio el ayuntamiento había acordado no autorizar más expendios de este tipo. La Tesorería municipal nunca recibió ni un solo peso de los cobrados por el doctor Reyna. La cantina cuya última apertura autorizó es propiedad de Desiderio Degyves, tío del expresidente municipal y exdiputado federal, Leopoldo Degives, fundador de la COCEI.

La regiduría del doctor Reyna también tiene a su cargo el control sanitario de las meretrices, de las cuales hay 60 en Juchitán, registradas como “permanentes” De esas 60, sólo 10% pagaban en la tesorería 20,000 pesos por “revisión semanal” Todas las demás eran atendidas personalmente por el doctor Reyna en su consultorio particular, donde les cobraba sus honorarios.

En cuanto al regidor de Gobernación, Mariano Santana, tenía a su cargo, entre otras cosas, autorizar fiestas en la vía pública y formalizar deslindes, apeos, escrituraciones, por todo lo cual cobraba. Durante tres años nada ingresó a la Tesorería.

El otro regidor, Oscar Cruz, de Obras Publicas, tenía a su cargo los camiones del ayuntamiento. Con ellos transportaba y vendía materiales para construcción; un camión de grava vale 250,000 pesos, uno de arena 250,000 pesos, y por el acarreo de escombro cobraba 50,000 pesos el viaje. En esta regiduría, la cohabitación PRI-COCEI fue perfecta: Oscar Cruz compartía las ganancias con el arquitecto René Arredondo, del PRI También se repartían en las regiduría de Obras Públicas las cuotas que los vecinos aportan por el casi inexistente servicio de limpia.

TAMBIEN EXPLOTAN A LOS CAMPESINOS

El presidente del Consejo Municipal, Felipe Martínez, acepta la existencia de esas anomalías Y cuando el reportero le pregunta por qué las solapa, responde:

—En primer lugar, porque no había muchas quejas Cuando alguien llegaba a protestar, pedíamos a los regidores que devolvieran el dinero o se pusieran de acuerdo con los quejosos Pero fundamentalmente lo permití porque creí que la tranquilidad política de Juchitán valía mucho más que las corruptelas. Uno no puede pedirle a la cámara de diputados que destituya a un regidor por cosas así. Nos hicimos de la vista gorda por la tranquilidad de Juchitán.

Al igual que los priístas , los cocecistas se han convertido en explotadores de los campesinos. Aquí algunos ejemplos: En el municipio de Juchitán, el Banrural otorga créditos para 30,000 hectáreas. De esta cantidad, los líderes de la COCEI manejan unas 18,000 hectáreas. A últimas fechas, el crédito promedio, por hectárea es de 400,000 pesos en cada ciclo agrícola. Pero Banrural no entrega el dinero directamente a los campesinos. Se entiende con los dirigentes de los llamados “grupos solidarios”, los cuales hacen “descuentos” y cobran cuotas. Cada grupo solidario está integrado por entre 40 y 50 personas, las cuales tienen la obligación de comprobar, ante los inspectores del campo del Banrural, la existencia de las parcelas. Pero los inspectores, en complicidad con los líderes de la COCEI, registran parcelas inexistentes y acreditan a campesinos fantasmas para alargar las listas de los grupos solidarios.

Y si algún inspector se niega a hacerse de la vista gorda, los coceístas hacen manifestaciones, se apoderan de las oficinas del banco, secuestran y obligan a que sus listas de campesinos fantasmas sean aceptadas.

Durante los últimos siete ciclos agrícolas, los créditos han sido condonados, “por siniestros”. La producción ha sido mínima y el dinero a ido, prácticamente, a un fondo perdido. Los dirigentes de la COCEI —al igual que los priístas— dicen a los campesinos: ustedes reciban el dinero, poco o mucho, al fin que no lo van a pagar. Y el campesino se conforma con recibir, luego de “descuentos” y “cuotas”, una cantidad mucho menor de la que obtendría si tramitara su crédito directamente en el banco.

Daniel López Nelio es el líder campesino de la COCEI, a la que hace poco más de un mes Banrural entregó —en parte por chantaje y en parte por complicidad— 1,500 millones de pesos para campesinos y hectáreas inexistentes Por eso dicen, en Juchitán, que el PRI perdió la elección no tanto por su división interna, sino por la alianza Banrural-COCEI.

A principios de año, en Santa María del Mar, agencia municipal de Juchitán, Ciro Sánchez —padre del ahora candidato a presidente municipal— usurpó, junto con Lorenzo Carrasco, las funciones del comisario de bienes comunales, y se apropiaron de 32 cabezas de ganado valuados en más de 25 millones de pesos La acusación, por robo, fue presentada ante el agente del Ministerio Público de Juchitán, pero no se ha iniciado la averiguación.

En la Laguna Superior del Istmo hubo tres derrames de petróleo Héctor Sánchez abanderó a grupos de pescadores de Santa María Xanadi, para que PEMEX los indemnizara Lograron una indemnización de 40 millones de pesos, pero cuando los pescadores la reclamaron, sólo recibieron una pequeña cantidad. Por este motivo, el pasado 12 de mayo se giró orden de aprehensión contra Héctor Sánchez, acusado de abuso de confianza en perjuicio de la sociedad Cooperativa de Producción Pesquera “Rivereña Boderío”.

Muchas otras acusaciones hay contra los coceístas. Cuando el reportero las plantea, Héctor Sánchez, que afirma ser candidato triunfante, explica:

—Todas esas acusaciones son maniobras del PRI para desprestigiarnos. Si en verdad somos delincuentes, por qué no nos aprehenden. De nadie me escondo.

“NOS NEGARON RECURSOS”

Héctor Sánchez reconoce el abandono, la indolencia en que se encuentra Juchitán Pero responde:

—No sólo es culpa nuestra. Hemos padecido 60 años de priísmo. Además, en estos últimos tres años, nuestros regidores casi nada podían hacer: el presidente del Consejo Municipal, Felipe Martínez, permanentemente bloqueó nuestras iniciativas. Y era él, Martínez, quién controlaba la tesorería. Y cuando nosotros gobernamos en Juchitán, el gobierno estatal nos negó recursos que nos correspondían, nos hostilizó y nos reprimió. Hasta al Ejército mandó en nuestra contra.

A diferencia de otras elecciones, ahora el abstencionismo triunfó en Juchitán. Cuando los priístas han gobernado, sus proyectos de obras públicas no han avanzado más de un 20%. Tampoco los coceístas han hecho gran cosa. Todavía ahora los juchitecos reclaman a Leopoldo Degyves la construcción de un puente que prometió y nunca hizo, aunque si cobró las cuotas:

Polín guná puente que burro —dicen, burlones, en zapoteco.

El viernes 11, el comité local electoral anuló la elección en once de las 21 casillas que se instalaron en el municipio. Eso es más que suficiente para anular, de acuerdo con la ley, toda la elección para presidente municipal y para diputados en Juchitán.

—Si pretenden instaurar nuevamente —había advertido Héctor Sánchez— un consejo municipal, Juchitán será ingobernable. No lo permitiremos. Queremos un gobierno municipal fuerte elegido por el pueblo.

Casi inmediatamente después de que se declararan anuladas las once casillas, los coceístas se apoderaron del palacio municipal. Y luego, en el mercado, efectuaron un mitin y exhortaron a los comerciantes a una huelga de pago de impuestos. Ya desde dos noches antes habían bloqueado la carretera Panamericana.

Bajo una nube de moscas, priístas y ceceístas se amenazan y se insultan afuera del mercado, entre charcos de lodo.

De entre otro lodo, pero lodo al fin —causado por los aguaceros que el año pasado inundaron las bodegas del Museo Carrillo Gil—, fueron rescatados varios de los cuadros de la colección que Toledo tenía en la Casa de la Cultura de Juchitán.

A esta desgracia se añade la de las cooperativas avícolas propiciadas por Toledo, que nunca fueron productivas y terminaron quebradas.

Y la de la Casa de Estudiantes Juchitecos, que se llenó de golfos que ahí se casaron y ahí tuvieron hijos, gracias a las becas de Toledo.

Hace seis años, cuando la COCEI era esperanza de democracia y los coceístas eran reprimidos, encarcelados, asesinados, Toledo, en conferencia de prensa, se solidarizaba con ellos y protestaba contra el PRI: “Respeten la voluntad del pueblo juchiteco” demandaba, antes de que las lágrimas lo enmudecieran según narra Armando Ponce (Proceso 373) “Toledo ya no responde. Repite la pregunta varias veces y se va ensombreciendo Fija la mirada en la mesa del café y surge de nuevo su silencio pesado y larguísimo, esta vez definitivo. Sus ojos son dos mundos de agua a punto de precipitarse”.

 

Senado de la república