El próximo 7 de noviembre quedará consumado el golpe más duro que partidos de “izquierda” le darán a la libertad de expresión en México.
A petición de los dos partidos; MORENA y PRD, quienes se ostentan gran parte de la membresía de la “izquierda” mexicana, someten a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) un fallo que sin duda alguna, amordazará a la prensa nacional.
Y es que la Suprema Corte habrá de aprobar la Ley Sobre el Derecho de Réplica, que permite que cualquiera que se “sienta agraviado” por información difundida en medios, podrá demandar judicialmente a sus autores.
Es decir si esta Ley hubiese si aprobada antes de la fuga de Duarte en Veracruz y Padrés en Sonora, cualquiera de ellos podrían demandar judicialmente a cualquiera de los medios que hayan difundido la información, debido a que se podrían sentir agraviados.
Este proyecto de sentencia que se encuentra en los escritorios de los ministros, deja al descubierto la intención malsana de MORENA, al querer anticipadamente limpiarle el camino a López Obrador, quien en este momento encabeza las encuestas favorables, en caso de ser candidato a la presidencia de la República y verse favorecido como candidato vencedor.
El partido del Sol Azteca en una actitud desesperada de no quedar fuera de una posible alianza con el tabasqueño, le hace comparsa en esa intención de callar las voces que le señalan su doble discurso, y la mentira y falta de congruencia entre sus dichos y sus hechos al político tabasqueño.
La aprobación de la Ley Sobre el Derecho de Réplica, deja sin sentido la Ley de Transparencia donde cualquier medio o ciudadano puede accesar y publicar un dato de interés colectivo, el funcionario aludido, podrá demandar judicialmente si se siente agraviado.
Es lamentable que quienes demandan democracia y libertades, sean los principales promotores de esta Ley, que en la más vieja ultranza y rancios gobiernos priistas nunca promovieron este tipo de leyes, que pretende hacer añicos con la incipiente libertad de prensa que se da en México.
El PRI empleaba métodos reprobables, que durante el periodo más álgido del oscurantismo político mexicano, no se atrevió a pugnar por una Ley de esta naturaleza.
Sin embargo la actitud y comportamiento fascista de ambos partidos (PRD, MORENA), deja sin lugar a duda al descubierto su escozor por el conocimiento de la verdad, como único objetivo de una prensa libre y no aplaudidora.
Este nueva Ley queda en manos de 11 ministros, que el próximo 7 de noviembre, habrán de definir el nuevo rumbo de la prensa nacional, ojalá y comprendan que los nuevos rumbos de la prensa mundial se perfilan hacia la libertad total, entendiendo como principio fundamental del hombre la libre expresión.
Y aquellos que no representan a nadie, dejen de cerrar los caminos de la libertad ciudadana, que día a día despierta y observa cual es la única y verdadera razón de los partidos políticos en México.