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Sat, Dec

Emilio Lozoya, el que iba a ser el trofeo de la autollamada 4t para dejar la evidencia de que “no es como antes” en su “combate” a la corrupción, está libre.

Envuelto en un velo de misterio, el señor Lozoya, con chamarra, gorra y cubreboca, que lo hace indistinguible, arribó al aeropuerto de la Ciudad de México. Los periodistas apostados en el sitio, no pudieron verlo, de ahí que algunos hasta dudaron si realmente es el ex - director de PEMEX quien bajó del avión que con antelación se decía que lo traía a México. Si es, o no es, eso no podrá ocultarse. El caso es que, se ha dicho, viene a apoyar a la Fiscalía General de la República, para que se sepa toda la podredumbre que hay, adentro y afuera del fraude a PEMEX. Bien, ahora a juzgarlo y es de suponerse que se actuará contra los responsables del quebranto a la llamada “empresa productiva del Estado” En su maleta, trae todo un cargamento de pruebas que involucran a otros, pues no son pocos los que le han hecho daño a la empresa.

“Sabía virtud de conocer el tiempo;

a tiempo amar y desatarse a tiempo”;

Renato Leduc

La recurrencia a lo OBVIO en una respuesta, para quien no busca el fondo de un tema que se cuestiona, hace que dicha respuesta llegue a considerarse como una afirmación cierta. O sea que quien la recibe, la da como un hecho cierto, así sea falsa.

Qué de personajes habría que nombrar al hablar del Cine; como de ese gran actor francés Gerard Depardieu, quien protagonizó el líder de la Revolución francesa Danton; o La mujer de a lado, una película donde el amor primero ni se olvida ni se deja; es así que él ya casado vive con su esposa y con un pequeño hijo.

Hablaba del gran Luis Buñuel, que tuvo interés de filmar a Lilia Prado, ahora recuerdo su película “Ese oscuro objeto del deseo”; filmada en 1977 en España y París; ahí el mensaje subliminal del terrorismo según esto de los árabes.