Triunfante la Revolución Mexicana los hijos de los campesinos, los hijos de los pobres de México tendrían educación y libros gratuitos. En mi caso que era huérfano de padre y además pobre, reunía los requisitos. Es así que decidí ir a buscar escuela, letras a la CDMX.
Y un día a mitad de Febrero de 1921 fuimos a ver al Señor Secretario de Educación Pública - mi traductor don Prisciliano Pineda, manco de la mano derecha, cacarizo en cuya casa me hospedaba -. José Vasconcelos el Srio. nos recibe acompañado de 2 secretarios, uno de su lado derecho y otro su izquierdo. Como quien dice: uno para el Sí y el otro para el No. Inicia mi traductor, ya que yo no hablaba el español - sentí que no abordó bien mi asunto de inscripción -, porque el Srio. movía la cabeza en señal de no aprobación a lo que se le decía. Tomó la palabra el Sr. Secretario: Las inscripciones en las escuelas tienen su tiempo. Se inicia en Enero, ahorita Estamos en Febrero, el plazo de inscripción está ya cerrado...-- adivinaba por su gesto y expresión del Srio. que no tenía esperanza de inscribirme. Y para mí sabía que era mi única oportunidad. Es así que le digo a mi traductor en zapoteco:- díle que él me mintió! Porque aseguró que triunfante la Revolución los pobres hijos de campesino nos darían escuela, libros gratis. Mira! Desde donde vengo...Díselo!
Y cuando el genio, el filósofo, educador y gran escritor escuchó de mi traductor que yo lo llamaba mentiroso. Vi! Las chispas de su genio en sus ojos! Me quedó viendo que yo siendo un niño lo llamaba mentiroso. Sin decir palabra aquel hombre que todo lo sabía! Al fin dijo: El Señor Secretario no va estar esperando en su oficina que un muchacho venga a pedirle inscripción en Febrero...No! Todo tiene su tiempo, pero en fin...! Ya están aquí! Le voy a dar al muchacho 2 servicios: techo y lavado de ropa -- aquí don Andrés hace una pausa en su comentario y nos queda viendo --: sólo acepté el techo donde vivir... Lavado de ropa no, porque no tenía ropa --. Todos festejamos la gracia con que lo dijo.
El General Álvaro Obregón era entonces el Presidente de México (1920-1924). Encargó al maestro José Vasconcelos buscar terreno, arquitectos y construir La Secretaría de Educación Pública - calle Argentina y Donceles -. Esta regia construcción de 2 niveles llena de columnas y esculturas de dioses griegos, sus 2 patios, sus escaleras y sus balaustres que onduladas te llevan al segundo piso, donde te encuentras con los murales de Diego Rivera; donde un día en pleno trabajo de Diego pintando los murales, él subido y sus ayudantes en andamios, llegó una muchachita de trenzas a mostrarles sus dibujos, sus cuadros al óleo. El maestro Diego bajó sin mucho ánimo atenderla. Saben ustedes quién era esta chica cejuda?...
Continuará
